¿QUÉ TELESCOPIO COMPRAR?





Atendiendo a la petición del oyente, vamos a dar unos consejos para aquellos que quieran aficionarse a la Astronomía. 

Dentro de los aficionados a la Astronomía, yo distinguiría dos tipos claramente diferenciados: los astrónomos aficionados y los astrónomos amateurs.

Empezando por los segundos, debo decir que los astrónomos amateurs hacen un trabajo excepcional y muy relevante para la ciencia. Primero, porque disponen de muy buenos equipos con campos de observación muy amplios. Segundo, porque trabajan en perfecta colaboración con los astrónomos profesionales.

He mencionado que los telescopios de los astrónomos amateurs presentan campos de observación muy amplios. Merece la pena detenernos un segundo en explicar este concepto. Los telescopios ópticos profesionales se construyen en lugares elevados para minimizar la cantidad de atmósfera que la luz proveniente del objeto estelar tiene que atravesar hasta llegar al telescopio. Y se busca construir aperturas grandes, del tamaño de metros, porque esto posibilita que la cantidad de luz que recogemos en el detector sea mayor. Esto se traduce en que podemos ver más lejos y con mayor resolución. ¿Qué le pasa a nuestra pupila cuando observamos un objeto de noche? Que se hace más grande para que sea mayor la cantidad de luz que entre en nuestros ojos. En un telescopio, el proceso es el mismo, sólo que no puede ampliar su tamaño como sí lo hace nuestra pupila: si el telescopio tiene una apertura grande, será mayor la cantidad de luz que recoja. A su vez, esto nos dará también mayor resolución, como decía, y todo ello afecta directamente al campo de visión. Por ejemplo, si desde nuestra ventana apuntamos a una antena lejana con unos prismáticos (campo grande), veremos la antena más cerca de nosotros por los aumentos de los prismáticos pero seguramente la antena entrará por completo en el campo de visión. Pero si lo hacemos con un telescopio terrestre mediano (campo menor que los prismáticos), quizá podamos llegar a ver un tornillo de la antena; sin embargo, si vemos el tornillo, ya no vemos la antena completa. ¿Por qué? Porque la potencia del telescopio disminuye el campo de observación.

Por este motivo, los telescopios de los astrónomos amateurs son mucho mejores instrumentos si lo que queremos es detectar cometas o asteroides, ya que permiten realizar fotografías sobre un campo muy ampio del cielo, cubriendo en cada foto una región grande del mismo. Cuanto más pequeña es la región del cielo que quieres ver, menos posibilidades tienes de dar con un objeto pequeño y brillante que se desplace sobre el fondo de estrellas fijas. Sin embargo, si en cada foto cubres una gran parte del cielo, haciendo fotos a esa misma zona durante varias noches, puedes detectar los objetos que se desplacen sobre el fondo de estrellas y verificar en las tablas de los asteroides o cometas si estamos ante un nuevo objeto nunca visto antes, o bien se trata de un objeto ya catalogado y cuya órbita ha sido establecida previamente. Si estamos ante un objeto nunca detectado antes, además de tener el honor de ser el descubridor, el astrónomo amateur puede alertar a los astrónomos profesionales para que calculen la órbita y el tamaño y comprueben que el asteriode no es un peligro para nuestro planeta. Y, como haberlos haylos, hay astrónomos amateurs que informan del descubrimiento del nuevo asteroide/cometa indicando, además, la órbita porque saben calcularla. Como vemos, una gran labor la que realizan los amateurs. 

En cuanto a los aficionados a la astronomía, suelen salir a observar por mero placer y, principalmente, suelen dedicarse a la astrofotografía. Aunque, obviamente, muchos amateur también hacen astrofotografía. Muchas ciudades de España tienen sus grupos de aficionados que se reúnen, hacen quedadas para observar y suele ser gente muy amable que comparte sus conocimientos con los que están empezando a aficionarse.

Hechas estas aclaraciones, vamos con los puntos importantes que debe uno tener en cuenta si quiere saber si es aficionado a la astronomía o no e incluso, si va a ser tan (como dicen los modernos) pro, que lo mismo se convierte en un amateur en toda regla.

  • Un telescopio astronómico es un objeto delicado, que tiene un cierto peso y que, si realmente queremos observar algo, hay que desplazar al campo.
  • Salvo en los meses de verano, cualquier salida para observar el cielo se hará siempre en condiciones de bastante frío, puesto que se observa bien entrada la noche y entre septiembre y junio, las noches en España van de frescas a congelantes.
  • Los telescopios astronómicos tienen un espejo que hace que la imagen se vea al revés. Por tanto, cuando manejamos el telescopio para buscar un objeto, hay que acostumbrarse a que está justo al lado opuesto de donde institivamente crees que está.
  • Salvo los cráteres lunares, las manchas solares y los satélites galileanos de Júpiter (se llaman así porque los descubrió Galileo cuando enfocó su telescopio por primera vez al planeta Júpiter: Ío, Europa, Ganímedes y Calisto), con un telescopio no vamos a poder observar nada que nos llame la atención. Podemos ver nebulosas, pero aparecerán como pequeños manchurrones blancos sin definir.
  • Si hacemos fotografías, entonces sí que podemos observar galaxias como las vemos en las fotos si buscamos en internet. Los objetos que estén en el catálogo NGC pueden ser observados y fotografiados (salvo los que sólo son visibles desde el hemisferio sur) y darán gran placer al aficionado. Pero, para poder llegar a hacer la foto hay que tener en cuenta varios puntos:
  • El telescopio debe tener un motor que permita compensar el movimiento de rotación de la Tierra, puesto que si no, la foto saldrá movida.
  • En ese sentido, el telescopio tiene que saber donde está, si no, no se podrá hacer el seguimiento del objeto. Para saber dónde está, no basta con indicar la posición del GPS al ordenador que incorpora la montura del telescopio: hay que hacer varias cosas antes, como encontrar la polar, etc. Esto se conoce como calibración del telescopio y el que tenga interés puede buscar en Google, porque sólo con eso nos tiraríamos varios programas (el aficionado se tira decenas de minutos de hecho para lograrlo, y hablo de uno que sepa hacerlo…).
  • Querremos que nuestro objeto esté enfocado, sin embargo, el 90% de los objetos a fotograficar no se ven mirando por el telescopio, porque su luz es muy débil. De hecho, si se ven en las fotos es porque los fotones van acumulándose en el detector. Nuestro ojo pierde el fotón que le llega, pero el detector está hecho para que se quede la marca del fotón y vaya acumulando la del resto de fotones que van llegando. Así que tendremos que ingeniárnoslas (hay varias técnicas que tendremos que aprender), para enfocar un objeto que no vemos.

En resumidas cuentas, lo mejor para saber si realmente nos gusta la astronomía observacional antes de hacer un gasto en material es salir al campo sin más, por la noche, con alguna aplicación que nos muestre las constelaciones, aprendernoslas, conocer las principales estrellas, familiarizarnos con el cielo,comprobar que el frío no es un impedimento para nosotros y comenzar con unos buenos prismáticos. Si vemos que realmente nos gusta, entonces podemos ir a cualquier óptica y adquirir el primer telescopio, pero sabiendo ya que tendremos que dedicar tiempo a aprender a calibrarlo, a adquirir un equipo fotográfico en concidiones y también software de ordenador para poder “revelar” las fotos que vayamos haciendo. 

Y lo dicho, lo mejor para hacer todo eso es dirigirnos a alguna asociación de astrónomos aficionados de nuestra zona y hacer una quedada con ellos, que nos dejen sus equipos e ir familiarizándonos con esta afición tan maravillosa.


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