El encuentro entre Halley y Newton que cambió el mundo.
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Como la Ciencia la escriben los seres humanos, su Historia es la de los seres humanos. Pero nuestro destino es caprichoso, tanto individual como colectivamente. A veces llegamos cinco minutos tarde al tren que nos hubiera llevado a un lugar determinado y eso provoca que terminemos en otro sitio bien distinto, donde nuestra historia y la de la humanidad, cambian para siempre. Así son las cosas. Me cuesta mucho imaginar un mundo sin los Philosophiae Naturalis Principia Mathematica, el «testamento central de la ciencia moderna, la piedra angular de nuestra comprensión actual de las estrellas, planetas, cometas y mucho más», pues así hablaba de ese joya literaria, científica y cultural el gran Carl Sagan. Me cuesta mucho, pero estuvimos a punto. Caprichos del destino. No hay nadie que haya analizado su vida y obra que no piense que Newton era algo “raro”. Quizá estaba impregnado de «la rareza de los genios», aunque personalmente pienso que ser un genio no implica necesariamente ser «ra...